Historia de un pensamiento
Cuando los pensamientos alcanzan un cierto nivel de
crecimiento deben salir a buscar un trabajo para poder mantenerse. Mario, era un pensamiento romántico y un poco
descuidado que al cumplir la edad requerida consiguió su primer empleo en una
Mente.
El primer día que Mario fue a trabajar, se acicaló, su
ropa estaba impecable y su cabello negro (perfectamente dibujado con las rayas del
peine) se endurecía por el gel fijador. En la mañana tomó el bus y llegó
temprano cuando aún la Mente dormía. Como habían tantos pasillos, el joven
pensamiento se sintió confundido sin saber con certeza cuál era su lugar de
trabajo, así que fue hasta la oficina de información donde lo atendió un
pensamiento femenino comúnmente uniformado:
- Por el pasillo cuatro, a la derecha. informó con voz
gangosa, casi sin determinarlo. Él continuó su camino, se sentía nervioso, pero
a la vez emocionado pues empezaba una nueva etapa en su vida, ahora sería un
pensamiento independiente capaz de sobrevivir por sí mismo.
Mientras caminaba hasta el lugar que lo esperaba, Mario
miraba impresionado la Mente a la cual había entrado, era una estructura inmensa,
caminó por un salón central donde el techo guardaba una distancia imperial con
el piso. Había varios pasillos, cada uno bordeado de muchas oficinas.
Mario notó en su camino a unos pensamientos esperando en
una interminable fila. Estaban todos cuidadosamente ordenados, uno se veía nervioso,
mirando a todos lados; otros estaban tranquilos y a los demás se les veía
realmente emocionados y felices. Viró a la derecha tal y como le habían
indicado en la oficina de información y perdió de vista la hilera de
pensamientos.
Se detuvo frente a una oficina con un número que
coincidía con los dígitos escritos en el papel que llevaba. “Aquí es la
dirección”, pensó. A su encuentro salió un viejo pensamiento, el chico intuyó
que era el jefe de aquella oficina: ¡Aja, tú eres Mario! Dijo el viejo ajustándose los lentes y examinando
al muchacho - ¡bienvenido!
El joven sonrió alegre y fervoroso empezó su
introducción:
- Sí señor, mi nombre es Mario, que etimológicamente viene
de las palabras Mar y río… El viejo no
lo dejó terminar e interrumpió haciendo una seña con la mano:
- Aquí el trabajo es fácil, distribuimos jabones; desde
aquí parten los pedidos a las empresas pertenecientes a pensamientos religiosos
de todas las culturas que en general manejan mucho dinero. Esa oficina de
enfrente, vende basura para ensuciar - dijo el viejo con cierto recelo y agregó
con una risotada - pero mientras más sucio, más jabón.
Mario hizo un esfuerzo para reir viendo al viejo que se
acomodaba en un escritorio al final de la oficina.
Al final de su primera jornada laboral el joven estaba
exhausto, había atendido varios de estos pensamientos religiosos, católicos,
judíos, musulmanes, su jefe le dio una palmada en el hombro al final de la
jornada, reconociendo la eficacia de su nuevo empleado.
Cuando Mario se dirigía a la puerta de salida para tomar
el bus se topó nuevamente con la fila de pensamientos, esta vez avanzaba con
mayor movimiento. Un pensamiento de aspecto desagradable estaba amedrentado a
los demás, era musculoso y uno de sus párpados estaba cerrado y cosido con un
nylon negro de manera que sólo podía ver por un solo ojo, Mario se detuvo
estupefacto al ver aquella imagen, aquel ser portaba cadenas en la vestimenta y
unos gruesos brazaletes cubiertos de espinas. El espécimen se sintió observado
y serenamente se volvió para mirarlo por su único ojo. El chico palideció a
punto de desvanecerse, luego reaccionó y continuó su camino casi corriendo bajo
la mirada monstruosa que lo siguió hasta que cruzó en el siguiente pasillo.
A la mañana siguiente Mario recibió en la oficina a un pensamiento
vestido de traje y corbata que dijo:
- Voy a salir de la Mente por el gran portal y necesito
dejar lista una orden de compra antes de hacerlo.
Mario no había escuchado antes sobre un Gran Portal así
que mientras sacaba el catálogo de jabones preguntó con cierta indiferencia,
creyendo que se trataba de algún sitio de moda para pensamientos extravagantes:
- ¿Cuál es el Gran Portal? -
El trajeado pensamiento lo miró como si se tratara de un
chiste, pero al ver que el chico permanecía atento tomó aire y explicó con
paciencia: - Si te llegan a seleccionar para que pases por el Gran Portal, irás
a otra dimensión, un lugar material, por eso debes ser transformado, no todos
estamos preparados para salir, pero una vez que eres escogido no tienes otra
opción. El ritual de transformación puede ser doloroso en algunos casos ya que
puedes perder partes de ti e incluso corres el riesgo de ser deformado en
último minuto. Cuando uno de nosotros atraviesa el portal muta en sonido,
imagen o ambos, te conviertes en algo decodificable, perceptible, en fin
legible dentro del mundo de los sentidos. Afortunadamente este es un lugar muy
organizado y eso de las deformaciones ha ocurrido en pocos casos.
- ¿Todos esos pensamientos que hacían una larga fila en
el pasillo cuatro, estaban esperando por salir? -
- Así es - afirmó mirando el reloj - y yo también tengo
que ponerme en lista.
Picoteó con el índice uno de los jabones más costosos del
catálogo. Al marcharse se despidió de Mario con un enérgico apretón de manos.
Al día siguiente Mario llegó a la oficina y preguntó al
viejo si alguna vez había salido por aquel misterioso portal.
- No. negó secamente y después de unos segundos explicó -
hay pensamientos que nunca en la vida llegamos a ser dichos, pero siempre
estamos trabajando en la Mente. Afuera es realmente peligroso- y para probar su
declaración puso sobre la mesa un tabloide en cuya última página anunciaba:
“Distinguido pensamiento asesinado al atravesar el Gran Portal”, en la foto se
podía ver el cliente de traje que había estado en la oficina el día anterior,
el chico se enverdeció como una planta y permaneció en silencio.
Algún tiempo después, el ritmo de la faena empezó a
disminuir en aquella Mente. Algunos servicios básicos empezaron a fallar.
Muchas oficinas dejaron de abrir por algunos días y otras sólo lo hacían por
dos horas diarias. El viejo se quejaba preocupado en la oficina: - Los
pensamientos no deberían dormirse por mucho tiempo, esto debería pasar rápido.
Durante esa extraña semana de lentitud, llegó una carta a
la oficina, el viejo se la entregó a Mario, conocía el sello que llevaba:
-¡Suerte!- El chico la abrió y poco faltó para que sus ojos se desorbitaran:
- Me han escogido- exclamó y quedó boquiabierto -¿Por qué
ahora?-
- Eres un pensamiento romántico Mario y esto está
enamorado- sentenció con resignación.
De acuerdo a las indicaciones de la carta el joven
debería atender a un adiestramiento lo antes posible. Mario tomó una mochila y
partió hasta el centro de preparación, allí se encontró con un montón de pensamientos
rosa, poetas y soñadores, con quienes siguió los duros ejercicios preliminares
y como nunca en su vida se había ejercitado, culminó el día con dolor de
espalda.
Al tercer día de entrenamiento entró un oficial al
gimnasio y anunció que había llegado el turno de salir, luego llamó a varios
nombres, el último de ellos: Mario, quien nervioso se acercó para replicar:
-Pero, aún me faltan cuatro días.
-¡Su turno ha sido adelantado y eso es una decisión que
no tomamos nosotros y menos usted!-
Mario esperaba su turno en la larga fila, tan nervioso
como aquel hombrecillo que vio cuando llegó a su primer día de trabajo,
mientras tanto sus acompañantes, jugaban, cantaban y recitaban poemas, quizás
sin saber qué hacían allí. Cuando estaba a punto de salir, el oficial que
revisaba los nombres en la carpeta le sonrió: - quita esa cara muchacho, no es
tan malo como crees - Luego abrió la puerta, él le devolvió la mirada y
traspasó la luz del portal.
El ambiente era tibio y Mario se convirtió en una
articulación de hermosas palabras, flotaba y hacía piruetas en el aire, abrió
los ojos y vio al resto también disfrutando de la sensación. El joven se dejaba
fluir revoloteando y acariciando los oídos humanos que allí estaban, se sentía
libre, nadando en un mar de palabras y colores.
Allí habían unos labios, por los que se asomó un nuevo pensamiento,
Mario pensó que éste se uniría a la danza de quienes levitaban extasiados junto
a él, pero no fue así: en su estómago relucía un cuchillo atravesándole; era el
cadáver de un pensamiento y quien sostenía aquel objeto punzante detrás de él,
era el mismo ser terrible de un solo ojo.
El cálido entorno se endureció de un frío mortal y trágico, muchos
trataron de escapar, pero fueron alcanzados por los dardos de aquel monstruo
cargado de violencia, los partía en dos y caían al piso desvaneciéndose en un
lago de humillación. Mario trató de esconderse metiéndose en uno de los oídos,
pero cuando poco le faltaba por entrar a la Mente, el pensamiento lo tomó y lo
golpeó fuertemente, el chico se defendió y con una fuerza sobrenatural logró
empujarlo hasta retirarlo a una distancia que le permitió entrar nuevamente.
Mario temblaba de frío, una vez que logró regresar a la Mente, estaba
destruido y sollozaba, hizo un esfuerzo para levantarse y caminó hasta la
oficina, el viejo lo recibió y curó sus heridas. Lesionado se recostó en un
viejo sofá hasta el día siguiente.
“Masacrados 50 pensamientos románticos”, dictaba el titular del
tabloide que llegaba a la oficina cada mañana.
- Cuanta violencia en estos tiempos- refunfuñó el viejo mientras
revisaba el correo -aquí hay otra carta para ti- le indicó al muchacho.
El sello era el mismo, el joven ya recuperado la abrió.
-Me están despidiendo- informó - Dice que me tengo que ir de esta
Mente.
-¿Debes pasar otra vez por el portal?-
-No, dice que debo salir por una puerta trasera, a las seis de la
mañana antes que la Mente despierte, ¿qué hora es?-
-6:30 am, es tarde, escapa a otra Mente- exhortó el viejo.
El chico huyó rápidamente.
El viejo pensamiento no volvió a ver a Mario hasta revisar los
titulares del día siguiente: “Sacrificado joven pensamiento romántico mientras
escapaba de la Mente”. Cerró el diario, salió de la oficina y notó que todo
volvía a la normalidad, las oficinas empezaban a retomar su ritmo nuevamente,
Mario era quizás el último pensamiento romántico que quedaba en aquel lugar. El
viejo fue hasta la oficina del periódico y pidió publicar un nuevo anuncio: “Se
solicita ayudante en oficina distribuidora de jabones”.
©2007
Comentarios
Metáfora Contundente
http://www.lonuncavisto.com/horoscopo/chino?animal=gal&simbolo=met
saludos!
=)
A propósito, ¿quién fue primero Romeo o Mario?... Me imagino que Romeo, pensamiento demasiado romántico que fue aniquilado por su autora para ser reemplazado por Mario..... pero Romeo cruzó el portal sin que te dieras cuenta, y dejo huellas antes de volver a tu cabeza y ser asesinado vilmente en la puerta trasera
Feliz Año Guapa!!
Castel, ten cuidado que los pensamientos como tu corren peligro!
Giacomo: Grax :)
Raza: Pense que nadie notaria el error, pero veo que no se te escapó... mmm es verdad, sólo fue un intento fallido de Romeo por sobrevivir... los milagros existen
:)
PD
feliz año!
Feliz año =)
Cada vez que te leo me reafirmo en que adoro tu forma de escribir ^^ Me ha encantado este cuento =) De hecho me lo imprimí y me lo llevé conmigo al desayuno porque no podía leerlo en la oficina con calma, y se lo he pasado a mi compañera de trabajo.
Espero al próximo cuento con impaciencia.